Un elefante se separó de la manada y fue a cruzar un viejo y frágil puente de madera tendido sobre un barranco.
La débil estructura se estremeció y crujió, apenas capaz de soportar el peso del elefante.
Una vez a salvo al otro lado del barranco, una pulga que se encontraba alojada en una oreja del elefante exclamó, enormemente satisfecha: "¡Muchacho, hemos hecho temblar ese puente!"
La débil estructura se estremeció y crujió, apenas capaz de soportar el peso del elefante.
Una vez a salvo al otro lado del barranco, una pulga que se encontraba alojada en una oreja del elefante exclamó, enormemente satisfecha: "¡Muchacho, hemos hecho temblar ese puente!"
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