Basándose en los informes que le habían dado de él, el Califa nombró a Nasrudin Consejero Mayor de la corte. Y puesto que su autoridad no le provenía de su propia competencia, sino del patronazgo del Califa, Nasrudin se convirtió en un peligro para todos cuantos acudían a consultarle, como se evidenció en el siguiente caso:
"Nasrudin, tú que eres un hombre de experiencia", le dijo un cortesano, "¿conoces algún remedio para el dolor de ojos? Te lo pregunto, porque a mí me duelen tremendamente."
"Permíteme que comparta contigo mi experiencia", le dijo Nasrudin. "En cierta ocasión tuve dolor de muelas, y no encontré alivio hasta que me las hice sacar."
"Nasrudin, tú que eres un hombre de experiencia", le dijo un cortesano, "¿conoces algún remedio para el dolor de ojos? Te lo pregunto, porque a mí me duelen tremendamente."
"Permíteme que comparta contigo mi experiencia", le dijo Nasrudin. "En cierta ocasión tuve dolor de muelas, y no encontré alivio hasta que me las hice sacar."
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