Un ciempiés consultó a una lechuza acerca de un dolor que sentía en las patas.
La lechuza le dijo: "¡Tienes demasiadas patas! Si te convirtieras en un ratón, sólo tendrías cuatro patas... y una vigésima parte del dolor."
"Esa es una gran idea", dijo el ciempiés. "Pero ahora dime cómo puedo convertirme en un ratón."
"¡Hombre, no me molestes con detalles de simple ejecución!", dijo la lechuza. "Yo sólo estoy aquí para establecer la política a seguir."
La lechuza le dijo: "¡Tienes demasiadas patas! Si te convirtieras en un ratón, sólo tendrías cuatro patas... y una vigésima parte del dolor."
"Esa es una gran idea", dijo el ciempiés. "Pero ahora dime cómo puedo convertirme en un ratón."
"¡Hombre, no me molestes con detalles de simple ejecución!", dijo la lechuza. "Yo sólo estoy aquí para establecer la política a seguir."
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