Un gran pintor le pidió a su amigo médico que fuese a ver lo que él creía que era su mejor obra. El médico sometió la obra a un cuidadoso examen, tomándose tiempo para ver cada uno de los detalles. Al cabo de diez minutos, el artista empezó a inquietarse. "Bueno, ¿qué te parece?", preguntó todo nervioso.
"Parece tratarse de una neumonía doble", respondió el médico.
"Parece tratarse de una neumonía doble", respondió el médico.
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