En cierta ocasión un discípulo le dijo a Confucio: "¿Cuáles son los ingredientes fundamentales de un buen gobierno?"
Le respondió Confucio: "Alimentos, armas y la confianza del pueblo."
"Pero, si tuvieras que prescindir de uno de esos tres ingredientes", siguió preguntando el discípulo, "¿de cuál de ellos prescindirías?"
"De las armas."
"¿Y si tuvieras que prescindir de uno de los otros?"
"De los alimentos."
"¡Pero, sin alimentos, la gente moriría...!"
"Desde tiempo inmemorial", dijo Confucio, "la muerte ha sido el destino de los seres humanos. Pero un pueblo que ya no confía en sus gobernantes está verdaderamente perdido."
Le respondió Confucio: "Alimentos, armas y la confianza del pueblo."
"Pero, si tuvieras que prescindir de uno de esos tres ingredientes", siguió preguntando el discípulo, "¿de cuál de ellos prescindirías?"
"De las armas."
"¿Y si tuvieras que prescindir de uno de los otros?"
"De los alimentos."
"¡Pero, sin alimentos, la gente moriría...!"
"Desde tiempo inmemorial", dijo Confucio, "la muerte ha sido el destino de los seres humanos. Pero un pueblo que ya no confía en sus gobernantes está verdaderamente perdido."
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