Después de treinta años viendo la televisión, un marido le dijo a su mujer: "¿Por qué no hacemos esta noche algo realmente excitante?"
Al instante, ella pensó en pasar una noche en la ciudad. "¡Fantástico!", exclamó. "¿Qué has pensado que hagamos?"
"Bueno..., podríamos intercambiar nuestros asientos."
Al instante, ella pensó en pasar una noche en la ciudad. "¡Fantástico!", exclamó. "¿Qué has pensado que hagamos?"
"Bueno..., podríamos intercambiar nuestros asientos."
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