Se acercaba la época de las lluvias monzónicas y un hombre muy anciano estaba cavando hoyos en su jardín.
"¿Qué haces?,", le preguntó su vecino.
"Estoy plantando anacardos", respondió el anciano.
"¿Esperas llegar a comer anacardos de esos árboles?"
"No, no pienso vivir tanto. Pero otros lo harán. Se me ocurrió el otro día que toda mi vida he disfrutado comiendo anacardos plantados por otras personas, y ésta es mi manera de demostrarles mi gratitud".
"¿Qué haces?,", le preguntó su vecino.
"Estoy plantando anacardos", respondió el anciano.
"¿Esperas llegar a comer anacardos de esos árboles?"
"No, no pienso vivir tanto. Pero otros lo harán. Se me ocurrió el otro día que toda mi vida he disfrutado comiendo anacardos plantados por otras personas, y ésta es mi manera de demostrarles mi gratitud".
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