miércoles, 4 de marzo de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 287.

                  Un niño se encontraba, por primera vez en su vida, en un pueblo, lejos de la gran ciudad. Se hallaba de pie en la acera cuando llegó un anciano conduciendo un carro tirado por un caballo y entró en una tienda. El muchacho se quedó mirando asombrado el caballo, un animal que él no había visto en su vida. Cuando el anciano salió de la tienda y se disponía a marcharse, el niño le dijo: "Oiga, señor, le advierto que esa cosa ha perdido todo el combustible."
 

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