Un santo sufí partió en peregrinación a la Meca. Al llegar a las inmediaciones de la ciudad, se tendió junto al camino, agotado del viaje. Y apenas se había dormido cuando se vio bruscamente despertado por un airado peregrino: "¡En este momento en que todos los creyentes inclinan su cabeza hacia La Meca, se te ocurre a ti apuntar con tus pies hacia el sagrado lugar...! ¿Qué clase de musulmán eres tú?"
El sufí no se movió; se limitó a abrir los ojos y a decir:
"Hermano, ¿querrías hacerme el favor de colocar mis pies de manera que no apunten hacia el Señor?".
La oración de un devoto al Señor Vishnú:
"Señor, te pido perdón por mis tres mayores pecados: ante todo, por haber peregrinado a tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes; en segundo lugar, por haber implorado tantes veces tu ayuda olvidando que mi bienestar te preocupa más a tí que a mí; y, por último, por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando sé perfectamente que nuestros pecados nos son perdonados antes de que los cometamos".
El sufí no se movió; se limitó a abrir los ojos y a decir:
"Hermano, ¿querrías hacerme el favor de colocar mis pies de manera que no apunten hacia el Señor?".
La oración de un devoto al Señor Vishnú:
"Señor, te pido perdón por mis tres mayores pecados: ante todo, por haber peregrinado a tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes; en segundo lugar, por haber implorado tantes veces tu ayuda olvidando que mi bienestar te preocupa más a tí que a mí; y, por último, por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando sé perfectamente que nuestros pecados nos son perdonados antes de que los cometamos".
Señor de Mello!!!!!!!
ResponderEliminarAntonio para los amigos. Un abrazo.
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