Una encarnizada persecución religiosa estalló en el país, y los tres pilares de la religión -la Escritura, el Culto y la Caridad- comparecieron ante Dios para expresarle su temor de que, si desaparecía la religión, dejaran también ellos de existir.
"No os preocupéis", dijo el Señor. "Tengo el propósito de enviar a la Tierra a Alguien más grande que todos vosotros".
"¿Y cómo se llama ese Alguien?"
"Conocimiento de sí", respondió Dios. "El hará cosas más grandes que las que haya podido hacer cualquiera de vosotros".
"No os preocupéis", dijo el Señor. "Tengo el propósito de enviar a la Tierra a Alguien más grande que todos vosotros".
"¿Y cómo se llama ese Alguien?"
"Conocimiento de sí", respondió Dios. "El hará cosas más grandes que las que haya podido hacer cualquiera de vosotros".
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