Un anciano solía permanecer inmóvil durante horas en la iglesia. Un día, un sacerdote le preguntó de qué le hablaba Dios.
"Dios no habla. Sólo escucha", fue su respuesta.
"Bien... ¿y de qué le habla usted a Dios?"
"Yo tampoco hablo. Sólo escucho".
Las cuatro fases de la oración:
Yo hablo, tú escuchas.
Tú hablas, yo escucho.
Nadie habla. Los dos escuchamos.
Nadie habla y nadie escucha: Silencio.
El sufí Bayazid Bistami describe del siguiente modo su progreso en el arte de orar: "La primera vez que visité la Kaaba en la Meca, vi la Kaaba. La segunda vez vi al Señor de la Kaaba. La tercera vez no vi ni la Kaaba ni al Señor de la Kaaba".
"Dios no habla. Sólo escucha", fue su respuesta.
"Bien... ¿y de qué le habla usted a Dios?"
"Yo tampoco hablo. Sólo escucho".
Las cuatro fases de la oración:
Yo hablo, tú escuchas.
Tú hablas, yo escucho.
Nadie habla. Los dos escuchamos.
Nadie habla y nadie escucha: Silencio.
El sufí Bayazid Bistami describe del siguiente modo su progreso en el arte de orar: "La primera vez que visité la Kaaba en la Meca, vi la Kaaba. La segunda vez vi al Señor de la Kaaba. La tercera vez no vi ni la Kaaba ni al Señor de la Kaaba".
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