Dos peones camineros irlandeses se encontraban trabajando en una calle en la que había una casa de prostitución.
Entonces apareció el pastor protestante, el cual se caló el sombrero y entró en la casa. Pat le dijo a Mike: "¿Has visto eso? ¿Qué se puede esperar de un protestante?"
Poco después llegó un rabino, el cual se alzó el cuello de la chaqueta y entró también en la casa. Y dijo Pat: "¡Menudo dirigente religioso! ¡Bonito ejemplo da a su gente!"
Por último, hizo su aparición un sacerdote católico, el cual se cubrió el rostro con el manteo y se deslizó en el interior de la casa. Entonces Pat dijo: "¿No es terrible, Mike, pensar que una de las chicas debe de haber enfermado?"
Entonces apareció el pastor protestante, el cual se caló el sombrero y entró en la casa. Pat le dijo a Mike: "¿Has visto eso? ¿Qué se puede esperar de un protestante?"
Poco después llegó un rabino, el cual se alzó el cuello de la chaqueta y entró también en la casa. Y dijo Pat: "¡Menudo dirigente religioso! ¡Bonito ejemplo da a su gente!"
Por último, hizo su aparición un sacerdote católico, el cual se cubrió el rostro con el manteo y se deslizó en el interior de la casa. Entonces Pat dijo: "¿No es terrible, Mike, pensar que una de las chicas debe de haber enfermado?"
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