Aquel anciano había pasado la mayor parte de su vida en la que se consideraba una de las más hermosas islas del mundo. Y ahora que había regresado a la gran ciudad para pasar en ella sus últimos años, alguien le dijo: "Tiene que ser fantástico haber vivido tantos años en una isla que es considerada como una de las maravillas del mundo..."
El anciano reflexionó unos momentos y dijo: "Bueno..., para serle sincero, si yo hubiera conocido la fama de la isla, la habría mirado con más detenimiento."
Las personas no necesitan que les enseñen a mirar. Necesitan sólo que las libren de las escuelas que las ciegan.
El anciano reflexionó unos momentos y dijo: "Bueno..., para serle sincero, si yo hubiera conocido la fama de la isla, la habría mirado con más detenimiento."
Las personas no necesitan que les enseñen a mirar. Necesitan sólo que las libren de las escuelas que las ciegan.
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