Una mujer muy piadosa se lamentaba de las costumbres de los jóvenes: "¡La culpa la tienen los automóviles!", le decía a su anciana madre. "¿No ves cómo hoy día pueden recorrer kilómetros para asistir a un baile o a una cita? ¿A que en tus tiempos no era así?"
Y la anciana, de ochenta y siete años, le respondió:
"Bueno..., la verdad es que en mis tiempos íbamos hasta donde podíamos."
Y la anciana, de ochenta y siete años, le respondió:
"Bueno..., la verdad es que en mis tiempos íbamos hasta donde podíamos."
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