Uno de los pocos hombres que han caminado por la luna cuenta cómo tuvo que reprimir sus instintos artísticos cuando llegó al satélite.
Recuerda que, cuando se hallaba mirando embelesado a la Tierra, estaba como paralizado por el asombro y diciéndose para sí: "¡Dios mío, qué preciosidad!"
Pero en seguida, volviéndose en sí, se dijo: "Deja de perder el tiempo y dedícate a recoger piedras."
Hay dos tipos de educación:
la que enseña a ganarte la vida
y la que te enseña a vivir.
Recuerda que, cuando se hallaba mirando embelesado a la Tierra, estaba como paralizado por el asombro y diciéndose para sí: "¡Dios mío, qué preciosidad!"
Pero en seguida, volviéndose en sí, se dijo: "Deja de perder el tiempo y dedícate a recoger piedras."
Hay dos tipos de educación:
la que enseña a ganarte la vida
y la que te enseña a vivir.
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