La mujer de Nasrudin deseaba tener un animal doméstico que le hiciera compañía, de modo que se compró un mono.
A Nasrudin no le gustó demasiado. "¿Qué le vas a dar de comer?", preguntó.
"Exactamente lo mismo que comamos nosotros", respondió la mujer.
"¿Y dónde va a dormir?"
"Con nosotros, en nuestra misma cama."
"¿Con nosotros? ¿Y qué pasa con el olor?"
"Si yo puedo soportarlo, supongo que el mono también podrá".
A Nasrudin no le gustó demasiado. "¿Qué le vas a dar de comer?", preguntó.
"Exactamente lo mismo que comamos nosotros", respondió la mujer.
"¿Y dónde va a dormir?"
"Con nosotros, en nuestra misma cama."
"¿Con nosotros? ¿Y qué pasa con el olor?"
"Si yo puedo soportarlo, supongo que el mono también podrá".
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