Una mujer acudió al cajero de un banco y le pidió que le hiciera efectivo un cheque.
El cajero, después de llamar a un empleado de seguridad, pidió a la mujer que se identificara.
La mujer no salía de su asombro, pero al fin consiguió articular. "Pero, Ernesto... ¡si soy tu madre...!"
Si crees que tiene gracia,
¿cómo es que tú mismo
no logras reconocer al Mesías?
El cajero, después de llamar a un empleado de seguridad, pidió a la mujer que se identificara.
La mujer no salía de su asombro, pero al fin consiguió articular. "Pero, Ernesto... ¡si soy tu madre...!"
Si crees que tiene gracia,
¿cómo es que tú mismo
no logras reconocer al Mesías?
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