Se le oyó por casualidad al viejo avaro rezar del siguiente modo: "Si el Todopoderoso, cuyo santo Nombre sea siempre bendito, me concediera cien mil dólares, yo daría diez mil a los pobres. Promero que lo haría. Y si el Todopoderoso -loado sea eternamente- no confiara en mí, que deduzca los diez mil y me envíe el resto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario