El viajero, totalmente harto: "¿Por qué demonios tuvieron que poner la estación a tres kilómetros del pueblo?"
El solícito funcionari: "Seguramente pensaron que sería una buena idea ponerla cerca de los trenes, señor".
Una estación ultramoderna
a tres kilómetros de las vías
sería tan absurdo
como un templo muy frecuentado
a tres centímetros de la vida.
El solícito funcionari: "Seguramente pensaron que sería una buena idea ponerla cerca de los trenes, señor".
Una estación ultramoderna
a tres kilómetros de las vías
sería tan absurdo
como un templo muy frecuentado
a tres centímetros de la vida.
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