martes, 11 de noviembre de 2014

LA ORACIÓN DE LA RANA 185.

             Una dependienta le vendió unos pantalones de un amarillo rabiioso a un muchacho que parecía encantado con su compra.

             Al día siguiente volvió el muchacho diciendo que quería cambiar los pantalones. El motivo: "No le gustan a mí novia".

            Una semana más tarde regresó de nuevo, todo sonriente, a comprar otra vez los dichosos pantalones. "¿Ha cambiado su novia de opinión?", le preguntó la dependienta.

           "¡No!", respondió el joven. "He cambiado yo de novia".
   

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