Una maestra dijo a sus pequeños alumnos que iba a escribir los nombres de todos ellos en la pizarra y que, detrás de cada nombre, quería poner aquello por lo que cada niño sintiera más agradecimiento.
Uno de los niños estaba cavilando intensamente cuando la maestra escribió su nombre en la pizarra. Y al preguntarle lo que debía poner a continuación, él, finalmente, dijo: "Madre".
Y eso fue lo que escribió la maestra. Pero, cuando estaba empezando a escribir el siguiente nombre, el niño se puso a agitar frenéticamente su mano.
"¿Sí?", dijo la maestra.
"Por favor, borre MADRE", dijo el niño, "y escriba PERRO".
"¿Por qué no?
Uno de los niños estaba cavilando intensamente cuando la maestra escribió su nombre en la pizarra. Y al preguntarle lo que debía poner a continuación, él, finalmente, dijo: "Madre".
Y eso fue lo que escribió la maestra. Pero, cuando estaba empezando a escribir el siguiente nombre, el niño se puso a agitar frenéticamente su mano.
"¿Sí?", dijo la maestra.
"Por favor, borre MADRE", dijo el niño, "y escriba PERRO".
"¿Por qué no?
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