La gente se alimenta de palabras
y vive de palabras,
y estaría perdida sin ellas.
Un mendigo le tiró del manga a un transeúnte y le pidió dinero para una taza de café. Y esto fue lo que le contó:
"Hubo un tiempo, señor, en que yo era un próspero hombre de negocios, exactamente igual que usted. Trabajar sin parar día y noche. Y sobre la mesa de mi despacho tenía un pequeño cartel con un lema: "PIENSA CREATIVAMENTE, ACTÚA DECIDIDAMENTE, VIVE PELIGROSAMENTE". Y mientras mi vida se rigió por aquel lema, el dinero me entraba a raudales. Pero luego... luego... (los sollozos hacían estremecerse la figura del mendigo) ...la mujer de la limpieza arrojó el cartel a la basura".
Cuando barras el atrio del templo,
no te pares a leer los viejos periódicos.
Cuando limpies tu corazón,
no te pares a jugar con las palabras.
y vive de palabras,
y estaría perdida sin ellas.
Un mendigo le tiró del manga a un transeúnte y le pidió dinero para una taza de café. Y esto fue lo que le contó:
"Hubo un tiempo, señor, en que yo era un próspero hombre de negocios, exactamente igual que usted. Trabajar sin parar día y noche. Y sobre la mesa de mi despacho tenía un pequeño cartel con un lema: "PIENSA CREATIVAMENTE, ACTÚA DECIDIDAMENTE, VIVE PELIGROSAMENTE". Y mientras mi vida se rigió por aquel lema, el dinero me entraba a raudales. Pero luego... luego... (los sollozos hacían estremecerse la figura del mendigo) ...la mujer de la limpieza arrojó el cartel a la basura".
Cuando barras el atrio del templo,
no te pares a leer los viejos periódicos.
Cuando limpies tu corazón,
no te pares a jugar con las palabras.
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