Un cazador mandó a su perro a buscar algo que se movía entre los árboles. El perro hizo salir de allí a un zorro y lo acosó hasta que estuvo en situación de ser alcanzado por las balas del cazador.
El zorro, agonizante, le dijo al perro: "¿Nunca te dijeron que el zorro es hermano del perro?"
"Por supuesto que sí", respondió el perro. "Pero eso es para los idealistas y para los estúpidos. Para los que somos prácticos, la fraternidad es producto de la coincidencia de intereses".
Le dijo un cristiano a un budista: "En realidad, podríamos ser hermanos. Pero eso es para los idealistas y para los estúpidos. Para los que somos prácticos, la fraternidad radica en la coincidencia de creencias".
Por desgracia, la mayoría de las personas poseen la religión suficiente para odiar, pero no lo bastante como para amar.
El zorro, agonizante, le dijo al perro: "¿Nunca te dijeron que el zorro es hermano del perro?"
"Por supuesto que sí", respondió el perro. "Pero eso es para los idealistas y para los estúpidos. Para los que somos prácticos, la fraternidad es producto de la coincidencia de intereses".
Le dijo un cristiano a un budista: "En realidad, podríamos ser hermanos. Pero eso es para los idealistas y para los estúpidos. Para los que somos prácticos, la fraternidad radica en la coincidencia de creencias".
Por desgracia, la mayoría de las personas poseen la religión suficiente para odiar, pero no lo bastante como para amar.
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