Dos residentes de una institución para sordomudos tuvieron una pelea. Cuando un empleado de la institución acudió a poner orden, comprobó que uno de ellos le estaba dando la espalda al otro y se partía de risa.
"¿Dónde está la gracia! ¿Por qué tu compañero parece estar tan enfadado?", le preguntó el empleado por señas.
Y hablando también por señas, le respondió el sordomudo: "Porque quiere echarme pestes, pero yo me niego a mirarlo."
"¿Dónde está la gracia! ¿Por qué tu compañero parece estar tan enfadado?", le preguntó el empleado por señas.
Y hablando también por señas, le respondió el sordomudo: "Porque quiere echarme pestes, pero yo me niego a mirarlo."
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