Un predicador norteamericano preguntó al camarero de un restaurante de Pekín qué era la religión para los chinos.
El camarero le hizo salir a la terraza y le preguntó: "¿Qué es lo que ve usted desde aquí, señor?"
"Veo una calle y unas casas, gente que pasea y autobuses y taxis que circulan."
"¿Y qué más?"
"Árboles."
"¿Qué más?"
"Está soplando el viento..."
El chino extendió sus brazos y exclamó: "¡Eso es la religión, señor!"
¡Lo buscas como quien busca la visión con los ojos abiertos! Es tan evidente que es difícil verlo.
El camarero le hizo salir a la terraza y le preguntó: "¿Qué es lo que ve usted desde aquí, señor?"
"Veo una calle y unas casas, gente que pasea y autobuses y taxis que circulan."
"¿Y qué más?"
"Árboles."
"¿Qué más?"
"Está soplando el viento..."
El chino extendió sus brazos y exclamó: "¡Eso es la religión, señor!"
¡Lo buscas como quien busca la visión con los ojos abiertos! Es tan evidente que es difícil verlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario