Un hombre apoyado en la barra del bar se volvió hacia un desconocido que se encontraba sentado junto a él y le dijo: "Francamente, no lo entiendo. Sólo me hace falta una copa, una sola copa, para emborracharme."
"¿De veras? ¿Una sola copa?
"Una sola, de veras. Y, por lo general, es la octava."
"¿De veras? ¿Una sola copa?
"Una sola, de veras. Y, por lo general, es la octava."
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