Un joven se presentó ante el Maestro y le preguntó: "¿Cuánto tiempo crees probable que puede llevarme el alcanzar la iluminación?"
"Diez años", le respondió el Maestro.
El joven quedó impresionado. "¿Tanto?", preguntó sin dar crédito a sus oídos.
"¿Por qué el doble?", preguntó el joven.
"Bien pensado", dijo el Maestro, "en tu caso probablemente sean treinta años."
Algunas personas nunca aprenderán nada, porque lo comprenden todo demasiado pronto. Después de todo, la sabiduría no es una estación a la que se llega, sino una manera de viajar. Si viajas demasiado aprisa, no ves el paisaje.
Saber exactamente adónde va uno puede ser la mejor manera de extraviarse. No todos los que pierden el tiempo se extravían.
"Diez años", le respondió el Maestro.
El joven quedó impresionado. "¿Tanto?", preguntó sin dar crédito a sus oídos.
"¿Por qué el doble?", preguntó el joven.
"Bien pensado", dijo el Maestro, "en tu caso probablemente sean treinta años."
Saber exactamente adónde va uno puede ser la mejor manera de extraviarse. No todos los que pierden el tiempo se extravían.
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