martes, 7 de julio de 2015

LA ORACIÓN DE LA RANA 358.

           Un día, Hasan de Basra se encontró con Rabi´a al Adawiya junto al río y, arrojando su estera al agua, se subió a ella y dijo: "Oh Rabi´a, vamos a rezar juntos."

          Y Rabi´a le dijo: "Oh Hasan, ¿por qué te comportas como un vendedor en el bazar de este mundo? Lo haces a causa de tu debilidad..."

          Dicho lo cual, arrojó su estera al aire, se subió a ella volando y dijo: "Sube aquí, Hasan, para que la gente pueda vernos."

         Pero aquello era más de lo que Hasan podía hacer, de modo que se quedó en silencio. Queriendo ganarse su corazón. Rabi´a le dijo: "Oh Hasan, un pez puede hacer lo que tú has hecho, y una mosca puede hacer lo que he hecho yo. Lo verdaderamente esencial es superior a todo eso, y en ello es en lo que debemos ocuparnos."

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