Durante la Segunda Guerra Mundial, un hombre estuvo veintiún días en una balsa a la deriva, hasta que fue rescatado.
Cuando le preguntaron si aquella experiencia le había enseñado algo, respondió: "Sí: si hubiera tenido comida y agua en abundancia, habría sido tremendamente feliz el resto de mi vida."
Decía un anciano que sólo se había quejado una vez en toda su vida: cuando iba con los pies descalzos y no tenía dinero para comprarse zapatos.
Entonces vio a un hombre feliz que no tenía pies. Y nunca más volvió a quejarse.
Cuando le preguntaron si aquella experiencia le había enseñado algo, respondió: "Sí: si hubiera tenido comida y agua en abundancia, habría sido tremendamente feliz el resto de mi vida."
Decía un anciano que sólo se había quejado una vez en toda su vida: cuando iba con los pies descalzos y no tenía dinero para comprarse zapatos.
Entonces vio a un hombre feliz que no tenía pies. Y nunca más volvió a quejarse.
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