Un signo inequívoco de haber alcanzado la iluminación es no preocuparse ya de lo que la gente pueda pensar o decir.
Una fábrica de muebles envió la siguiente nota a uno de sus clientes:
"Estimado Mr. Jones:
¿Qué pensarían sus vecinos si tuviéramos que enviar un camión a su casa de usted para recoger los muebles que aún no se ha dignado usted pagar?"
Y la respuesta no tardó en llegar:
"Muy señor mío:
He hablado del asunto con mis vecinos para averiguar lo que pensaban. Y todos ellos opinan que sería un truco muy sucio, propio de una compañía mediocre y rastrera."
Una fábrica de muebles envió la siguiente nota a uno de sus clientes:
"Estimado Mr. Jones:
¿Qué pensarían sus vecinos si tuviéramos que enviar un camión a su casa de usted para recoger los muebles que aún no se ha dignado usted pagar?"
Y la respuesta no tardó en llegar:
"Muy señor mío:
He hablado del asunto con mis vecinos para averiguar lo que pensaban. Y todos ellos opinan que sería un truco muy sucio, propio de una compañía mediocre y rastrera."
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