Sócrates se encontraba en la cárcel esperando a ser ejecutado. Un día oyó cómo otro prisionero cantaba una difícil y poco conocida canción del poeta Stesichoros.
Sócrates pidió a su compañero que le enseñara aquella canción.
"¿Para qué?", le preguntó el otro.
"Para que pueda morir sabiendo una cosa más", fue la respuesta del gran filósofo.
El discípulo: ¿Por qué aprender algo nuevo una semana antes de morir?
El Maestro: Exactamente por la misma razón por la que quieres aprender algo nuevo cincuenta años antes de morir.
Sócrates pidió a su compañero que le enseñara aquella canción.
"¿Para qué?", le preguntó el otro.
"Para que pueda morir sabiendo una cosa más", fue la respuesta del gran filósofo.
El discípulo: ¿Por qué aprender algo nuevo una semana antes de morir?
El Maestro: Exactamente por la misma razón por la que quieres aprender algo nuevo cincuenta años antes de morir.
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